Relato del tercer taller de Bosques Comestibles
Relato Bosques Comestibles 15/05 – Por Meiling Colorado
La imaginación.
Esa cualidad pequeña pero tan trascendental que, junto con la habilidad de plasmar las posibilidades imaginadas en realidad, nos diferencia de tantos otros seres con los cuales compartimos el planeta. Tras haber completado varios módulos del curso, con algo más de conocimientos, podemos empezar…
Dejamos volar la imaginación…
Algunos tenemos finca ya, otros estamos en ello y a otros nos gustaría poder diseñar un bosque comestible por el simple placer de poder hacerlo. Todas las posibilidades son viables, aceptables…lo importante es la experiencia, el recopilar ese conocimiento que nos capacita para poner manos a la obra cuando llegue el momento.
Y ahora si, vamos identificando especies, pensando en donde tenemos o tendremos sombra, para ubicar madroños, si nuestra agua es algo salada, el salado que adereza maravillosamente nuestras ensaladas, o incluso la zarza si queremos hacer setos en suelos mas húmedos.
Descubrimos especies tan interesantes y exóticas como la moringa, un verdadero superalimento cuya hoja es muy rica en proteína, y constatamos el gran interés que tiene por ejemplo, el lentisco, que no solo repele las moscas, sino que crea suelo…y es que como siempre nuestro gran facilitador Julio Cantos resulta inspirador…no se trata solo de cultivar lechugas, dice…hay que cultivar suelo.
Siempre se encuentra un momento para compartir, y en este caso nuestro compañero Kriss Guasconi nos alegra la mañana con una receta de licor de mirto. Habrá que probarlo, desde luego! Un producto mas que se puede sumar a los demás del bosque comestible…
En las prácticas aprendemos a describir la estructura del bosque clímax y del sitio de Forestería Análoga de manera fácil y rápida mediante la aplicación de una formula fisionómica, que nos permite plasmar la situación actual del lugar frente a lo que sería su estado sin humanos, por ejemplo.
Como parte del aprendizaje de diseño diferenciamos la parte física del lugar, el sol, la pendiente, el viento, la lluvia, el suelo, la granulometría, las estructuras, los riesgos y la biodiversidad existente, de la parte humana tales como el presupuesto y el tiempo del que podamos disponer.
En el paseo por la maravillosa finca Son Barrina encontraremos tipuana, una leguminosa que fija el nitrógeno, la canna, de raíz comestible, la feijoa, la ñamera, también conocida como miquelets, ..y muchas más, al tiempo que disfrutamos de comer deliciosas moras de árbol, blancas, rosadas y negras, y fresas silvestres.
Caminamos, aprendemos…y comemos…
Gran inspiración para nuestros sueños de vergeles y bosques comestibles.
Gracias Julio!