Relato del Módulo VI del CDP 2015-2016

Relato del último módulo

Convivencia, trabajo en equipo y presentación de proyectos

Co-escrito por Meiling Colorado y Nina Furgol, participantes del CDP 2015-2016

Último módulo, sensación agridulce, de trabajo hecho, camino recorrido, y preámbulo de la nostalgia que sabemos quedará…

Vamos llegando el jueves por la tarde a la finca Son Barrina, donde la ya bien conocida familia de Connie, Brendan, y sus hijos Peter y Dani nos dan la bienvenida. Es de agradecer, como siempre, su gran hospitalidad, así como su paciencia al tener a tanta gente viviendo en su propiedad.

Si, viviendo. Este módulo trata de eco-aldeas, comunidad y relaciones sociales. Así que, qué mejor manera de asimilarlo que viviendo y trabajando todos juntos cuatro días?

Pues a convivir se ha dicho, si señor!

Primer paso, nos vamos ubicando en nuestros espacios, y ayudamos a los compañeros que han decidido acampar a escoger el mejor sitio y montar las tiendas, toda una cómica odisea que hubiera resultado mucho menos divertida sin la inestimable ayuda de las expertas Mandy Merklein y Aline Van Moerbeke. Frente a tiendas que vuelan y falta de ganchos llega la tecnología apropiada para fijar los enclaves a cualquier sitio disponible, y si no hay suficientes martillos, pues unos golpes con un trozo de palé y marchando, oiga. Que no se diga que no hacemos uso de los recursos locales!

Nos organizamos en cuatro grupos de trabajo, los mismos con los que hemos de trabajar el diseño que presentaremos el último día. Iremos rotando para cubrir las tareas necesarias para una convivencia armoniosa.

Tras la ya tradicional comida compartida nos espera el maravilloso documental de Simón Moya, Aldea Feliz y Llamamiento de la Montaña. Se nos abre un nuevo mundo, lleno de esperanza y de color, las eco-aldeas. El ser humano, con sus múltiples facetas, ha de organizarse de una manera que pueda cumplir sus expectativas de una vida digna, en consonancia con el planeta: organización, alimentación, educación, ecología, economía, celebración… Lo que nos lleva una vez acabado el documental, como una progresión natural, a que salgan de sus escondrijos los instrumentos de percusión, y el alma tribal que todos llevamos dentro. Calor Humano.

Primera lección del día, o más bien de la noche. Si necesitas ayuda, pídela. Esa noche hace un frío espantoso, y no todo el mundo ha venido con suficiente abrigo. Esto se podría haber arreglado fácilmente de haberse sabido… aprendemos.

El viernes tempranito nos levantamos y disfrutamos del desayuno preparado por los fantásticos Andrea y Rosa. Gracias, junto con Connie y Brendan,  por alimentarnos tan bien, comida ecológica y hecha con cariño, que más se puede pedir.

Enseñanzas de Daniel Wahl

Vuelta a clase, y de la mano de Daniel Wahl llegamos al tuétano de la cuestión… el ser humano, como especie, y su integración o falta de ella en el entorno. La sostenibilidad ya no es suficiente,  llevamos desde diciembre de 1970 gastando los recursos futuros del planeta. El reto es cómo re-diseñar la presencia humana en la tierra para que sea regenerativa.

Hacemos un recorrido virtual por diferentes modelos y proyectos de eco-aldeas por todo el mundo, Escocia, Alemania, Italia, Rusia, Japón, México, Egipto, India, Senegal. Inspirador, y además, esclarecedor en su gran diversidad.

En estos momentos de cambio de paradigma echamos la vista hacia atrás y reconocemos la gran paradoja de la que somos cómplices: queremos diseñar un mundo mejor, en el cual el ser humano forme parte de la naturaleza, cuando en realidad tenemos que re-diseñar y profundizar nuestras relaciones sociales. Para poder estar en armonía con el medio, debemos encontrar la armonía entre nosotros.

Volvemos al tema de escucha activa…no puede haber diseño de asentamiento humano coherente que no tenga en cuenta las necesidades tanto físicas, emocionales como espirituales de toda la comunidad, y en eso tenemos un gran camino que recorrer. Un camino que se hace al andar, el encontrar y reconocer el valor de todos los miembros de la comunidad; todo el mundo, independientemente de su edad, tiene algo que aportar, y hay que poder integrar estos valores a nuestros diseños, si queremos llegar a tener un proyecto de vida digno que abarque desde el nacimiento hasta la vejez.

El cambio de paradigma también nos abre amplios horizontes…no hay bueno ni malo. Las nuevas tecnologías y las redes sociales nos facilitan la creación de una aldea global, donde el ideal de la propiedad individual llega a quedar obsoleto. Posibilidades sin límites. Gracias Daniel Wahl por la inspiración!

Aterrizamos y tomamos un momento para merendar y presentar diseños personales. Maravilloso ver que el PDC ha sido un verdadero caldo de cultivo para futuros diseños y creaciones. La habilidad de soñar e implementar nuestros sueños es el gran regalo que define a nuestra especie. La posibilidad de usar ese talento para manifestar un futuro más bello está en nuestras manos.

Enseñanzas de Ana Digón.

“Cómo organizarse para no morir en el intento de crear un proyecto”

Todos los que han participado en algún proyecto o trabajo en grupo saben bien que lo más difícil es encontrar la forma de gestionar el ámbito personal. Cualquier idea, aún con el mejor diseño, puede fracasar si se descuida la gestión de las emociones y relaciones.

En el caso del voluntariado es aún más importante, dado que no hay aportación económica que pudiera compensar esfuerzos, dedicación, compromiso, y cosas que nos molestan. Es otro paradigma, y por eso hay que pensar también de otra forma.

Lamentablemente en el sistema educativo convencional no se aprende a gestionar las emociones y a trabajar en equipo, algo que sin embargo es básico y elemental para la vida. Pero siempre se está a tiempo de aprender y conocer herramientas (según Ana, herra-ciertas, para darle una connotación más positiva).

Ana nos pone algunos ejemplos de dinámicas que se pueden usar para hacer rondas al principio y al final de una reunión o encuentro. Para que todos tengan voz, también los más tímidos, equilibrando con los que hablan más y quizá no dejan ‘espacio’ para otras aportaciones.

Rondas que sirven para cosechar conocimiento, y también información valiosa acerca de las personas y de su estado. Esta información nos será valiosa para ayudar a conseguir los objetivos de la reunión y del proyecto.

La facilitación de grupos trata de acompañar y ayudar a alcanzar un objetivo. Y la base para lograrlo es ‘cuidar de las personas’ y ‘cuidar de los procesos’.

Y es obvio que para que el facilitador pueda ayudar a los demás debe trabajar antes sobre sí mismo.

Y para poder ayudar, necesitamos primero comprender, en este caso comprender el funcionamiento de los roles. Un rol es aquella actitud que nos sale con más facilidad. Aquello por lo que suelen ‘etiquetarnos’.

Es importante tener en cuenta que ejerciendo un rol creamos un campo, y si ese campo no es cubierto y es necesario, alguien lo hará.

Trabajar a nivel personal, observar qué rol estamos ejerciendo y practicar conscientemente la aplicación de otro rol distinto al habitual, más conciliador, es además de muy enriquecedor a nivel personal, una buena forma de permitir e invitar a otros a hacer lo mismo.

Ana nos explica que Proceso Primario es ese rol que ocupo con facilidad o me gusta, es lo que pienso que soy, ‘yo soy’, luz. En contraposición al Proceso Secundario o inconsciente, que representa lo que pienso que no soy, ‘yo no soy’, oscuridad. Es la parte que escondemos.

Las situaciones de estrés pueden llevarte al límite, a ese punto en el que se aflojan las barreras y ‘sale’ nuestra oscuridad. Se disparan las voces críticas internas, limitantes, pero que siempre pueden aportar algo útil si observamos con sana autocrítica.

Y queramos o no, cuando dos roles interactúan tiene lugar una evaluación de ‘rango’, consciente o no. Rango es un conjunto de privilegios que tenemos por ser quienes somos. Es algo que valoran los demás, no uno mismo.

Hay un rango social, que se puede ver y medir y depende de la edad, sexo, ocupación, posesiones, … Y se puede perder.

Hay un rango psicológico que vibra según lo bien que uno está consigo mismo, la experiencia, … Y hay un rango espiritual, según la conexión con la vida, la sabiduría. Éstos dos no son visibles, pero los demás los perciben.

Y es según estos rangos que nos medimos entre nosotros, nos posicionamos y sentimos en superioridad o inferioridad, muchas veces también inconscientemente.

Para cualquier proceso en comunidad han de respetarse 4 espacios.

  1. El tra-subo (que no es tra-bajo, otra maravillosa palabra de Ana), y la toma de decisiones.
  2. La indagación creativa.
  3. La gestión emocional y la prevención de conflictos.
  4. La celebración.

Cada pueblo tiene su idiosincrasia. Parece ser que en los países nórdicos, por ejemplo, cuesta más soltarse para celebrar que en estas latitudes. Sin embargo el tema emocional lo tenemos que trabajar todos.

Al trabajar en comunidad pasamos por varias etapas, en un patrón de péndulo: de armonía, sobre todo al principio, pasando por el conflicto y la resolución si tenemos herramientas, y de regreso a la armonía. Sin herramientas para resolver, estos conflictos pueden agravarse y terminar por arruinar el proyecto.
Es esencial observar desde qué rol estamos actuando, hacer ¨feedback¨, conocer y anteponer lo que nos une a lo que nos diferencia y convertir las diferencias en riqueza y diversidad nutritiva. Las decisiones siempre se han de contrastar con la membrana de la célula que protege la identidad del grupo, para que su visión no se desvirtúe. Un proceso muy parecido al manejo holístico que estudiamos en el módulo en Finca Som Terra.

Todo un fantástico reto. Nos queda mucho trabajo por delante si en verdad queremos llegar a poder formar comunidades que reflejen la visión de futuro que tenemos.

Tras la cena hacemos honor a nuestra afición por la celebración…el día siguiente será toda una experiencia en la que procuraremos aplicar todos los recursos que hayamos obtenido en los últimos dos días, pero de momento hay tiempo para la conversación. La música, e incluso una fogata improvisada en la zona de acampada. Allí nos darán las 12.00, para poder felicitar a uno de los participantes, Eddie Brown, que cumple años. Bellos momentos para el recuerdo, alimento para el alma y el corazón.

El sábado por la mañana pudimos disfrutar de un maravilloso arco-iris, un verdadero portal mágico hacia nuestros sueños. Y luego tuvimos la suerte y el privilegio de disfrutar de una sesión de tai-chi de la mano de la maravillosa y polifacética Claudia. El capital humano de nuestra pequeña gran comunidad de permacultores es fantástico!

Un día intenso de trabajo en equipo. Viviendo la teoría llevada a la práctica. La sensación general: satisfacción por cómo lo estamos haciendo, armonía en el trabajo de equipo, convivencia y tareas.

Por la noche nos esperan muchas sorpresas: cada uno había sido invitado a preparar una actividad de ‘no-talento’ para la fiesta, y algunos se organizaron en grupos. Presentando: Mandy y Aline, a quienes nunca habíamos vista tan divertidas. Qué risas! Una fiesta maravillosa, que llegó a un punto en el que se nos invitó a salir a buscar a Eddie para encontrar una sorpresa: y fácilmente le encontramos, a él y su conjunto musical preparándose para cantar para nosotros, hacernos bailar y disfrutar. Brindamos con muchos motivos: su cumpleaños, la satisfacción de la convivencia y haber completado el curso, las amistades cultivadas, los conocimientos adquiridos, la alegría de estar vivos y la esperanza que promueve la permacultura.

El domingo es un día muy importante: presentación de proyectos. Y quedamos todos encantados y orgullosos del trabajo de todos! Es impresionante ver qué riqueza y variedad se crea cuando colaboramos. Trabajar en equipo necesita una buena gestión y herra-ciertas, y merece la alegría! La visión del trabajo hecho nos mostró lo que hemos aprendido. No se podría explicar suficientemente lo felices y satisfechos que estábamos todos.

Luego, para despedirnos, un momento muy especial: la entrega de certificados!

Emoción, alguna lágrima de alegría, abrazos, amistad, intensidad, esperanza, confianza en que juntos, colaborando, podemos!

Mil gracias a todos los profesores, especialmente a Aline y Mandy por acompañarnos en este proceso tan enriquecedor e inolvidable!

CDPcertif

 

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